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martes, 13 de agosto de 2013

EL GRUPO EROSKI BAJARA LOS SUELDOS A SUS TRABAJADORES

Dejar atrás los números rojos y volver a ser rentable. Ese es el principal objetivo de Eroski. La cadena de distribución vasca ha aprobado un nuevo plan estratégico para el próximo cuatrienio (abarca desde 2013 hasta 2016) en el que teniendo en cuenta que, según explica en sus últimas memorias, “la reacción del entorno macroeconómico no va a ser el soporte para la mejora”, es necesario llevar a cabo políticas de ahorro de costes.



Además de mejorar así la eficiencia en todos sus procesos, intentar reducir la factura logística y estudiar con los proveedores una bajada de los costes que permita seguir reduciendo los precios, se llevará a cabo una rebaja de los sueldos de sus cerca de 40.000 trabajadores a lo largo de todo el periodo.

Es una reducción con la se persigue no sólo ahorrar sino también evitar la destrucción de empleo y que sigue además las recomendaciones del FMI, que instaban a España a rebajar sus salarios hasta un 10 por ciento para volver a ser competitivos y generar empleo. La compañía que preside Agustín Markaide lo explica de forma muy clara: se trata de “un ajuste retributivo de socios y trabajadores, con su efecto directo de reducción de costes y como muestra de la implicación en el proyecto”. El consejo rector de la cooperativa aprobó ya una rebaja de los salarios de los socios -hay 8.500, un 21 por ciento del total- que entró en vigor el pasado mes de mayo. Esa rebaja era del 5 por ciento para los trabajadores y de hasta un 10 por ciento para los directivos.

“Somos una cooperativa y la idea es que, si cuando hay beneficios se reparte el excedente, cuando las cosas van mal todos decidimos de forma voluntaria ajustarnos a la situación. Es algo inherente a nuestro modelo de negocio”, explican fuentes de la compañía.

 

Aprobación mayoritaria

La decisión del consejo rector de la cooperativa se aprobó con el visto bueno del 79 por ciento de los socios, aunque el camino más complicado empezará posiblemente ahora. “Después de que los socios hayan reducido sus sueldos, se negociará con los sindicatos los nuevos convenios para el resto de la plantilla”, apuntan estas mismas fuentes.
En principio, lo lógico sería que la rebaja fuera similar a la que han llevado a cabo los socios, del entorno de un 5 por ciento, aunque todo dependerá de la marcha de las negociaciones con los representantes de la plantilla. Eroski tenía a 31 de enero de este año, cuando cerró su ejercicio fiscal, un total de 39.862 empleados, lo que supone 1.972 menos que un año antes. Desde que se inició la crisis el grupo ha recortado más de 11.000 puestos de trabajo, aunque hay que tener en cuenta que una gran parte no obedecen a reducción de plantilla sino al traspaso de negocios a otras empresas. En cualquier caso, con esta reducción de costes y rebaja de los salarios lo que se persigue es precisamente el tener que seguir adelgazando su estructura y, con ello, su volumen de trabajadores.
En los últimos años, y ahogada por la caída del consumo, Eroski ha tenido que acometer un severo plan de ajuste y desinversiones -entre otras cosas tuvo que vender en 2011 sus siete hipermercados en la Comunidad de Madrid al grupo Leclerc- pero eso no ha sido suficiente para evitar la espiral de pérdidas y caída continua de las ventas.

 

Pérdidas acumuladas

Desde 2008, la empresa ha perdido 386 millones de euros. Y lo peor es que lejos de frenarse, la tendencia va a más. El ejercicio pasado, por ejemplo, los números rojos se elevaron a 121 millones, lo que supone el triple que un año antes. Y la facturación de la compañía, que no ha conseguido adaptarse a las nuevas exigencias del consumidor ni hacer frente al avance de Mercadona, ha pasado de 8.102 millones al inicio de la crisis, en 2008, a 6.221 millones de euros. en el último ejercicio.
Para sortear esta situación, además de la estrategia de ahorro, la empresa ha puesto en marcha una nueva planificación comercial. “La diferenciación será la clave del próximo ejercicio y siguientes”, explica en las memorias. Se trata, según dice, de presentar una oferta más competitiva, reduciendo los precios gracias al ahorro de costes generado y haciendo un especial énfasis en los productos locales y en el ámbito de la salud y el bienestar.
El crecimiento y la apertura de nuevas tiendas se llevará a cabo de forma muy selectiva, basándose sobre todo en el modelo de la franquicia, con 60 nuevas tiendas este año. La empresa señala que “en el ámbito de nuestro mapa de negocios se pondrán en marcha las actuaciones necesarias que nos permitan reforzar y garantizar la capacidad competitiva de aquellos negocios y regiones más relevantes y estratégicos para el grupo”.
La mejor noticia para la empresa es que podrá acometer la implantación de esta nueva estrategia habiendo conseguido ya aliviar el peso de su deuda. El pasado, llegó a un acuerdo con 22 entidades financieras para retrasar el vencimiento de sus créditos previstos en 2014 y llevarlos hasta 2017. El acuerdo en cuestión sustituye al anterior de diciembre de 2009, que abarcaba hasta enero de 2014, después de que en los últimos años haya logrado rebajar su deuda en más de 1.000 millones, un tercio del total.
Las negociaciones para la refinanciación duraron casi un año y afectaron fundamentalmente a un crédito sindicado, suscrito en 2007 y que vencía en 2014 derivado de la compra de Caprabo. La cuantía de la deuda pendiente de dicho crédito era de 1.839 millones de euros en ese momento. Eroski confía así en poder superar la crisis.

 








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